Las buenas y las malas hay que contar para ser justos en este "deporte" que, así como te da, también te saca.
En esta ocasión salíamos desde San Fernando con el guía Germán Salomone, un fenómeno en todo sentido, un día de mucho frío, junto a Leo y a Guido.
Le saqué esta foto a mi amigo Guido con el único "peje" que pudo capturar, denominado por él mismo como "peje Emo" ya que ni siquiera lo clavó, sino que se pescó sólo: la interpretación de mi amigo es que estaba deprimido y por eso se quiso suicidar este Emo.
Salieron alguno lindos, es cierto, como los que muestra Leo al arribar a la guardería, pero fue un día de poca pesca: entre tres cañas 22 pejerreyes.
Así es el Río de la Plata: te da lo mejor y te da lo peor. Y como dice el amigo Cimino, muy sabiamente, "Si vas a pescar, bancate la que venga". 
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